¿ Cómo hacés para herir tan fácilmente con un insulto ? Aunque realmente no sea un insulto, sino un concepto que estableciste de mala manera. Está bien, no voy a obligarte a elogiarme constantemente, pero hay ciertas cosas que tendrías que reservarte. No estoy pretendiendo ser perfecta, ni mucho menos aparentarlo, aunque determinadas veces nos encontramos al borde de la falsedad. Me interesan muy poco los comentarios ajenos, pero ¿sabes una cosa ? vos sos una de las pocas personas que me conoce bien, es por eso que duele creer que dejaste de analizarme, de un día para el otro. Qué rápido te olvidás de todo, y si por algún motivo pensás que soy fría e insensible, te equivocás.
Yo también sufro, lloro y tengo miedo. 
Yo también me dejo llevar.
Yo también soy humana.
En este momento me resulta complicado describirte qué se siente ser desmerecida por alguien a quien amo más que a mi vida. Prácticamente, es una especie de vacío formado por angustia, rencor y tristeza. No te costó más que unas pocas palabras acompañadas de tu enojo. Increíble lo que podés llegar a lograr. Increíble cómo me tirás el mundo abajo. Increíble el sentimiento que podés generar en mí . Ahora más que nunca, soy de los que creen que el buen humor se te puede venir abajo en un insignificante instante. Gracias por tu falta de comprensión e insensibilidad. Replanteate determinadas situaciones y decidí qué es lo que estás buscando; no voy a gastar más una lágrima si no lo vale, ni a menospreciarme porque me lo dicen.
Mucha suerte en tu búsqueda de la perfección, conmigo perdiste.




Cómo me incomoda pensar que otro corazón moría por tenerte,
que otras manos mataban por tocarte,
que otra boca gritaba por besarte.
Es tan mutilante tener que autocomplacerme con un 'es mío'.
No quiero decírselo a mi cabeza, prefiero que me lo demuestres a mí, con convicción, no después de darme la razón, tras una disputa entre el pasado y el presente.
No quiero vivir del ayer, me conformo con el hoy.
Me conformo con un 'soy tuyo', así ya se lo hayas dicho a otra.
Hoy sí, sos mío, ¿por cuánto tiempo? ojalá lo supiera.
En algún otro momento, vamos a leer esto y una sonrisa va a invadir tu cara, o la mía, o la de ambos.
No me interesa lo que hiciste, ni lo que vas a hacer.
Quiero pensar en que te voy a ver y a repetir constantemente 'sos mío'-
Quiero pensar que mis manos fueron las únicas que te tocaron, o que mi boca fué la primera en besarte.
No me interesan ellas, me interesa tu yo del presente.
Me interesa ser la única en tu vida.

Estoy enferma...sufro de celos retrospectivos.
  





Qué magnífico sería volver a sentir tu respiración en mi cuello y mi mano rozando suavemente cada una de tus fallidas facciones - podría vivir hundida en tu piel, mordiendo cada centímetro como si fuese la última vez; es que a veces sos tan impertinente que ni siquiera puedo razguñar tus ganas de gritar. Qué minuiciosa puedo ser cuando te acercas con esa sutileza, no quiero compartir tu boca, y menos tu cuerpo; es que me gusta tanto cuando me decís que sos mío, esas dos palabras tan tenues y profundas las podría escuchar de por vida. Gritaría por la calle que te tengo para mí, lo publicaría de Norte a Sur, y después correría a tus brazos, para demostrarle al mundo, una y otra vez, que la felicidad siempre vuelve...aunque a veces con nombre y apellido y de carne y hueso. No podría imaginarte de otra forma, más que una enorme y cálida bienvenida, llena de dulzura, armonía y entusiasmo; es que a veces es tan hermosa esa sensación de que no tengo por qué compartirte; y hoy no puedo esperar para verte...no quiero esperar para verte y dejar de sentirme dueña de mis emociones. Te regalo todo lo que quieras, o mejor hagamos un cambio, te regalo mi vida, pero tu cuerpo va a seguir siendo mío.  





No hay más nada que hacer, dejar fluir las lágrimas y escurrir el corazón. No estrujas tu cuerpo, no debilites tu sonrisa, no juegues con la aborrezca angustia. Quiero dejar atrás los malos hábitos, el vivir sin reir, las malas maniobras de mi ánimo. Llora como si nunca hubieses llorado, buscando desahogar todo lo que te envenena...tu falta de consenso envenena y seca mi sangre. Tu falta de armonía invade mi esplendor, me deja a oscuras, me deshilacha. No quiero eso.
Quiero llorar...llorar de felicidad.
Quiero ver las muecas de tu sonrisa reflejando tu orgullo y expulsando la rabia.
Quiero tu cuerpo intacto, sólo para mí.
Quiero asfixiarme con tu aire y morir en el intento de ser uno más uno.
Quiero verte siempre ahí, sin traspasar esa puerta .
Quiero que la única razón por la que despierto seas vos, quiero que seas mis mañanas.
Quiero hacerte de verdad, no sólo un recuerdo.
Quiero tener tu mano en mi regazo, rogando permanecer en ese momento.
Quiero ser tuya, no de otra farsa sin sentimientos.
Quiero escucharte decir las maravillas más estremecedoras posibles.
Quiero elogiar tu persona, desear que siga así de melosa.
Quiero vivir eternamente, pendiente de un "yo también te amo".
Quiero que tu risa contagie la mía.
Quiero vencer la trama misteriosa de tu tristeza y verte feliz cada segundo de mi vida.
Quiero ser capaz de demostrarte cada uno de mis sentidos.
Quiero permanecer en este dulce trecho, y saborearlo una y otra vez.
Quiero tenerte conmigo, hasta que no exista el dolor.



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Me siento perseguida 
por delirios y pensamientos nulos,
en mi vida rebalza la certeza 
y el saber definir los hechos.
No quiero soñar, quiero ser realista.



. 

la suavidad de tu alma,

la valentia de tus actos, 

la sutileza de tu expresión, 

la inseguridad de tus dudas, 

la incertidumbre de tus respuestas, 

la espera de tus reflexiones,

la subjetividad de tus críticas, 

la racionalidad de tus consejos, 

la sensibilidad de tus manos, 

la simpatía de tu sonrisa, 

la legitimidad de tu mirada, 

y eso que en conjunto me estremece, distingo perfectamente cada rama, teniendo en cuenta que después de todo, es un tronco común; todo revalsa en la misma persona, en el mismo cuerpo, y en la misma conmoción. 



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Volví a ser la insensible de todos los días.
Es más fácil dar una respuesta un poco más rebuscada y sin sentido.
Volví a ser amiga del miedo y confidente del ''no sé''.
Es más fácil dejar que los demás deduzcan tus pensamientos, que expresarlos directamente.
No me sale.
No sé hablar de mí.
Le tengo miedo al fracaso y al cargo de conciencia.
¿Quién podría seguir adelante sabiendo que no pudo cambiar los efectos transversales de un error ?
Justo yo, no.
Mi vida se había a adaptado a una especie de interacción DOBLE, donde todo lo que hacía dependía de alguien más.
Mi vida se había acostumbrado a sentir por dos, pensar por dos,
hablar por dos....hablar por dos?
No, me equivoco.
A mí me tocó la parte del pesimismo y el desconsuelo,
mientras que vos preferiste quedarte
con la interpretación de mis emociones.
Te tocó lidiar con el frío en persona, con la psicópata más vulnerable a la pérdida, ¿cómo hacés? Si de todos modos,
no obtenés nada a cambio.
A veces el problema se basa en que hacés mucho mérito para seguir adelante; yo lo valoro, que no lo demuestre es distinto.
Va a ser tan difícil volver a ser una persona.
Va a ser tan cruel saludarte con un beso al aire.
Va a ser tan desmotivante no escuchar tu voz en el teléfono...
...y eso que es tan lindo escuchar tu voz en el teléfono.
Pero si querés terminar de leer con tanta melancolía,
te cuento algo lindo:
Hoy se me cayó una lágrima por vos,
hoy por cinco minutos, dejé de ser la insensible de todos los días.



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Si escribo es porque no puedo expresar un estado anímico de forma directa.
Pero gracias a Dios, tuve la oportunidad de aprender a describir con palabras los sentimientos,
simplemente con mis amigas la voluntad y la redacción.
Todo aquello que sale del corazón y no quiere volver a entrar
queda impregnado en un par de hojas blancas,
que me llaman para ser manchadas
con toda la delicadeza del mundo y la mayor sinceridad posible.
Mis sentimientos quedaron resumidos en un cuadernito de tapa violeta,
que tiene más secretos que la vida misma,
y una frase hermosa en el comienzo:
"Tuve la oportunidad de aprender a describir con palabras los sentimientos..."
Quizás es por eso que no lloro.
A veces yo misma pienso que mis palabras lo hacen por sí solas,
o que mi vida se refleja en ellas en cierta forma.
Bueno,
ya está.
Ya terminé de llorar, de nuevo-



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Sos un deseo en carne y hueso.
Un deseo que se puede tocar, sentir y disfrutar.
Sos la perfección con nombre y apellido.
A veces la misma simpatía o cordialidad
llenan cualquier tipo de defecto.
Pero vos, por más frío que puedas ser,
seguís sin dejar a la vista ningún ínfimo defecto.
Parecés de mentira.


Una compleja creación de un ser casi perfecto.


Pero te quiero así,
si después de todo,
si sos perfecto, es gracias a mí.






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No quiero.
No quiero escribir pendiente de la melancolía.
No puedo.
No puedo imaginar una despedida.
Esperá,
No quiero dejarte.
No quiero volver a sentir ese vacío infinito,
ese nudo en la garganta,
esa sensación angustiante acompañada de lágrimas.
No pienses que sos reemplazable.
Un abrazo tuyo,
ese gesto tan particular e inconfundible.
Desde tu perfume,
hasta tu cariño,
todo lo que venga de vos, es único.



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Me dijiste que no te deje nunca,
llegué a tal punto de prometerlo,
de verme envuelta en una condición.
Quedate tranquilo,
estoy bien así.
Es como si la felicidad dependiera de un "nunca",
bueno, más bien de un "siempre",


-siempre voy a estar con vos-


De cualquier forma,
lo que tenemos no se da por un simple título.
Las razones del corazón no pasan por un adjetivo iluso.


Si te amo es porque quiero que así sea,


no porque me vea obligada
o dependa de la relación.
Hoy, sí me aseguro de poder decirte:


No te voy a dejar nunca, te lo prometo-



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Yo no soy psicóloga, ni socióloga, ni profesional, pero si hay algo que debo reconocer y me veo obligada a convivir con ello, es el estímulo que me impulsa cada día a descubrir cómo luchar para lograr un objetivo.
Esa sensación de saber que lograste un propósito, que mejoraste, que las cosas salieron como lo esperabas...ya se te dibuja una sonrisa discreta en el rostro. Sin embargo, la búsqueda del triunfo personal muchas veces es motivada al valerse de recuerdos; mamá diciendo: bien hija, te felicito. ¿Qué puede ser más satisfactorio que una mamá orgullosa? ¿Qué puede ser más motivante que recordar la cara de mamá brillando de felicidad?
En fin, yo no soy psicóloga, socióloga, y mucho menos profesional, pero tengo bien en claro que ningún título me va a dar a entender por qué una mamá cumple una función tan importante en la vida. ¿Sabés por qué ? Porque yo, con 16 años ya lo descubrí...el único estímulo que está siempre presente sos vos, y si hoy estoy donde estoy, es gracias a vos y tu esfuerzo.
Feliz día mamá, te amo.