Guardemos lo nuestro.: 1/4/11

Todavía ni siquiera pude esconder tus muecas en el cajón.

Todavía tengo ganas de que me respires en el cuello

y perderme en tu encanto de hombre momentáneo.

Todavía extraño aquel placer insulso,

y extraño tu presencia,

y extraño que me extrañes,

pero esperar a que vuelvas seria una solución utópica.

Quiero poder no extrañarte,

quiero reemplazarte y borrar tus insultos,

quiero que te ahogues en un mar de melancolía,

y que no me carcoma la culpa de saber que regale tus falsos encantos.

No tenerte en cuenta en mis decisiones.

Y quiero que determines cada una de tus emociones,

sin sacrificios.

[ Una Ultima despedida,

Y un beso al aire en la mejilla.

Gracias.

De nada, y hasta pronto. ]

Quiero que regreses con calma a tu mundo en blanco y negro,

sin emociones,

sin cariño,

sin destellos de sonrisas,

sin almohada compartida,

sin poemas,

sin calores,

sin espejos,

sin recuerdos,

sin mi cuerpo,

sin deseos,

y sin todo aquello que como ingenua intercambie,

por tu egoísmo e indiferencia,

por tu despecho y remordimiento.

El reflejo del llanto en el suelo te encandilaba

cuando sumergiste todo tu encanto en un charco de amargura.

descartaste las idas y vueltas.

Ya no necesito que me cantes al oído, con sinceridad y sin apuros.

y no necesito que condiciones tu camino,

y no necesito nada de cariño,

y no necesito, nunca mas, que me regales una lágrima dulce.

Ahora lo único que esconde tu mirada,

es la profundidad del temor, las mentiras y las resignaciones.

Y ya no quiero imaginar tu perfume,

ni seguir esculpiendo tus manos en el aire,

ni quiero creer que estas cerca,

y mucho menos sentir tu cuerpo sobre el mio.

Y sigo contando las miles de sensaciones que regale, junto con lo poco valorado de cada una,
haciendo que los recuerdos mas hermosos,
y cada frase que entregaste,
se hundan en un vacío interminable, escupido y mutilado.

Un suspiro solitario que remite a nuestras siestas eternas,
aquel momento en que nuestra imaginación se destruía poco a poco por un diluvio de dolor.

No es que no te interese, sino que tratas con indiferencia a lo destructivo de la distancia; y todo ese palabrerio acerca del amor quedo en una carta de redención, perdida en un manantial de mentiras y farsantes insensibles.

No mas que un acto inútil y de a poco olvidado

Ahora me desagrada que sea inevitable pensar en vos

Me es imposible no pensar en vos

y simplemente no estoy acostumbrada a no poder pensar en vos.

Solo quería una parte de tu mundo en mi rutina.

Las sonrisas quedaron en el camino de lo inolvidable,

y las fantasías en un frasco oscuro y sellado.

Te inhibiste con el miedo de seguir, volver y perder.

Me dejaste con la intriga de conocer un mundo compartido,

y nos dejamos, envueltos en condiciones insulsas,

sin querer seguir jugando,

después de haberlo apostado todo a una última maniobra.

Nos dejamos con lo poco que permanecía en pie.

Nos dejamos sin sentido y con indiferencia

Nos dejamos con un vacío inmenso,

...Y nos dejamos, como dejamos todo lo que temíamos perder.

Todo el brillo de los deseos, opacados y esparcidos por el suelo,

rodeando una imagen inolvidable, un rostro inconfundible

y la alegría que rebalsaba en tu camino.

Dejamos un puente de rosas negras, poemas quemados y agua salada,

un grito vacío, de sentidos sin estímulos,

y la profundidad de tus recuerdos,

desperdiciados y buscando ser olvidados.

[y ahora no vas a venir, no quiero verte venir, ni esperar a que vengas]