Lo queríamos perfecto,
y lo destruímos cuando apareció la duda.
Nos dejamos desteñir por la costumbre
y denigrarnos con la culpa de existir.

No fallamos en el vínculo,
nos equivocamos al querer materializarlo,

Y dudar...dudar es bueno,
pero nos limita, nos transforma en seres humanos;
es demostrar inseguridad y desgano,
es retomar una participación consciente
y optar por verse envuelto entre pros y contras;
es sentirse hombre, y no perfecto.

Y mientras esperábamos, 
y esperábamos la respuesta,
entre regalos y falsas sonrisas,
entre palabras manchadas y fotos desenfocadas,
sólo alimentábamos el deseo de vaciarnos y enfrentar las condiciones,
de querer ser uno mismo,
y no uno compartido.




Copyright © 2011 • YamilaSuárez.

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